Un TLC que se tropieza hasta con los sindicatos

para las alturas del 28 de abril de 2011, Colombia sigue enfrascado en un problema de intercambio con EEUU, pues ambos países se esfuerzan por aprobar el Tratado de Libre Comercio (TLC), por medio de planes de acción que tienen objetivos bilaterales, ya que ambos países producen algunos bienes que podrían ser competencia en el mercado internacional, y en casos específicos podría ser muy perjudicial para las empresas que producen éstos tipos de bienes, por lo que ambos gobiernos deben esforzarse por tomar las decisiones correctas, y ser muy específicos con los productos contenidos por el Acuerdo.

mas o menos en ésta discusión es en la que se enfrascan los sindicatos, pues hay un temor general por parte de los trabajadores Colombianos, a que gracias a éste acuerdo, sus trabajos puedan peligrar. sin embargo, el presidente Juan Manuel Santos, defendió rotundamente el plan de acción que ambos países desarrollan, y aseguró que dentro del tratado, hay un artículo destinado a los casos laborales, para evitar violar los derechos de la OIT, al mismo tiempo que aseveró que la política de trabajo de su gobierno no será endeble, sino que se encargará de proteger a su clase obrera (y posibles grandes empresas que puedan verse afectadas).

el presidente, dentro del marco de la CGT (confederación General del Trabajo), aseguró también que cerca de 1500 líderes sindicales están totalmente asegurados frente a la informalidad que pueda presentarse como consecuencia intrínseca de la medida, sin embargo, la población Colombiana en Edad de Trabajar es de casi 20millones (20'000.000) de personas, así que queda por preguntar, ¿en dónde están las medidas de aseguramiento por parte de la presidencia para los demás diecinueve millones novecientos noventa y ocho mil quinientos (19'998.500) trabajadores?.

en el congreso nacional de la CGT, el secretario general apoya el plan de gobierno frente a TLC, pues las medidas de protección que ofrece el gobierno obedecen a antiguas solicitudes del movimiento sindical al alto mandatario; sin embargo, el estado no menciona de forma abierta todos los puntos de éste tratado, y lo deja todo a una simple concesión entre el parlamento americano, siendo éste quién imponga las condiciones, pues al parecer, el estado Colombiano está tan seguro de que el tratado no afectará a los productores nacionales, que no necesita hacer más estudios.

éstas afirmaciones, tanto las que provienen del gobierno, como las que provienen de los sindicalistas, aumentan su valor y su juicio, pues el día 8 de éste mes, ya habían hecho fuertes cuestionamientos frente al plan de acción